sábado, 30 de julio de 2016

Tratado de Kanagawa umbral del imperialismo: antecedentes y consecuencias de la apertura comercial del Imperio Japonés con Estados Unidos

Cano Badillo José Itzadar


La expansión territorial de los Estados Unidos es considerada uno de los procesos más importantes de su desarrollo histórico. La conquista de la frontera salvaje, la expansión hacia el Oeste, “civilizar” y “regenerar” a los pueblos que iban encontrando era considerado necesario además de una misión encomendada a su pueblo[1]. En 1846 se logró llegar al pacifico con la anexión de Oregón y en 1848 con el fin de la guerra con México más territorios con costa al pacifico fueron anexados[2], esto hizo que la frontera “salvaje” se acabara y con la frontera conquistada ¿que le quedaba entonces a los Estados Unidos?, quedaba mucho por hacer y producir en esos nuevos territorios, pero llegaría un momento en que su vista se fijaría en el mar, los mercados de oriente, el objetivo de este trabajo es abordar el caso japonés en lo que es conocido en la historiografía como la apertura comercial de Japón al firmar el tratado de Kanagawa con los Estados Unidos.

      La apertura comercial de Japón a los Estados Unidos es manejada como un punto de inflexión en la historia del país Nipón, ya que las consecuencias de esta apertura fueron variadas en lo político, social y cultural[3], como el fin del periodo Edo y el dominio del Shogun que había impuesto la política de Aislamiento o Sakoku, con el fin de esa política inició un proceso de industrialización y occidentalización que llevaría a Japón a ser una potencia imperial.

      A finales del siglo XIX los estados unidos tenían en varios sentidos un carácter muy semejante al imperialismo europeo[4], mismo que estaba en su apogeo en Asia y África, pero este Imperialismos se consolidaría hasta después de 1880[5], antes de eso pocos empresarios estadounidenses pensaban en la oportunidades allende su frontera, la situación del país se encontraba en un momento donde su mercado interno era suficiente para abastecerse a si mismo, aunque es cierto que en 1850 después del fin de la guerra con México algunos sureños soñaban con establecer nuevos estados esclavistas al sur de la frontera y en Centroamérica, permitiéndoles tener mayor presencia y dominio en el congreso[6], sin embargo eso no sucedería ante las negativas a ese plan[7]. Los nuevos Estados y territorios producto de la cesión mexicana siguieron un modo de producción similar al noreste de los Estados Unidos. Los nuevos territorios permitieron el establecimiento de puertos, para el comercio con los países Oriente, los puntos de partida del expansionismo en ultramar.
      Los móviles del proceso de crecimiento territorial fueron en su mayoría económicos, obedeciendo también a preocupaciones de política interior y corrientes de psicología colectiva, el Estadounidense se enfrentaría a los salvaje y si en un momento tendría que adaptarse a sus nuevos ambientes, en un punto los dominaría llevando la civilización a su paso, a esos territorios salvajes y a sus habitantes[8].

       Ante el fin de los territorios fronterizos, estaba la incógnita acerca de que si los Estados Unidos habían llegado a su limite, y ante esta incógnita su espíritu aventurero se renovó por que existían mas territorios y nuevos mercados que se podrían usar en beneficio de los Estados Unidos, Japón fue visto como un punto intermedio entre los Estados Unidos y China.

      En la segunda mitad del siglo XIX la industria estadounidense creció más que ninguna otra en el mundo, la utilización de la hulla y el vapor impulsaron notablemente la siderurgia y el transporte. La industrialización, fue un factor importante en el desplazamiento de la frontera, “en la década de 1830 el algodón atrajo a Texas a gentes del Sur […] y en 1840 la depresión del valle del Misisipí y la fiebre del oro y de tierras empujó a hombres de todas índoles a california y Oregón”[9]. los productos producidos hacían la necesidad de buscar un mercado donde poder venderlos, pero además la industrialización generó la necesidad de tener a disposición recursos estratégicos para continuar la producción. El aumento del nivel de vida, de la población y la necesidad de iluminación urbana en las ciudades y casas generó una industria floreciente de balleneros que aprovechaban la grasa de la ballena como combustible para los candelabros y para producir velas, pero otro uso importante era el de lubricante de maquinaria[10], este seria otro de los factores que harían más importante el comercio con Japón para tener acceso a los recursos balleneros del pacifico, además de una fuente de abastecimiento de carbón para sus buques a vapor.

      La marina estadounidense vital para empezar a tener influencia en el pacifico tuvo en sus inicios un poder muy exiguo en comparación con otras potencias marítimas como la británica, los EUA estuvieron alrededor de una década sin una armada decente, situación que expuso a los barcos mercantes a los piratas berberiscos en el mediterráneo. En respuesta a estos ataques, el congreso ordenó la construcción de seis fragatas entre las que estuvo USS Constitution[11] que fue una de las primeras seis fragatas de la Armada de los Estados Unidos.

      La armada inicialmente fue asignada para brindar protección a los barcos mercantes de los Estados Unidos durante la Cuasi-Guerra con Francia, y luchar contra los Piratas berberiscos durante la Guerra de Trípoli. Proteger embarcaciones, preservar las costas y hacer más fácil la búsqueda de apoyo de otras naciones y el aseguramiento de cuencas para el comercio ultramarino.

      Esta armada si bien pequeña en 1812 se logró enfrentar a las fragatas británicas y, en más de una ocasión salió victoriosa como en la batalla de Plattsburgh o la batalla del Lago Erie aunque no logró evitar el desembarco de tropas. Después de la Guerra de 1812 la marina se concentró en proteger los barcos estadounidenses activos, mandar escuadrones al Caribe, Mar Mediterráneo, Sudamérica, África y al Pacífico[12]. Con el desarrollo de barcos impulsados a vapor se hizo cada vez mas evidente que esta tecnología era aprovechable para la marina estadounidense, y en 1833 se construyó la marina a vapor de Nueva York, estos barcos no estaban atados al viento al momento de maniobrar al combatir. A mediados de la década de 1840 la adquisición de Oregon y California abrió la Costa Oeste estadounidense al tráfico barcos de vapor. Comenzando en 1848 cuando el Congreso subvenciona la Pacific Mail Steamship Company con 199,999 dólares para establecer líneas regulares de paquebotes, correo, pasajeros y barcos de carga en el Océano Pacífico. Esta iba a ser una ruta regular programada de la Ciudad de Panamá, Nicaragua y México hacia San Francisco y Oregon. En 1846, durante la Intervención estadounidense en México la armada tomo papel a través de bloqueos marítimos, tomando posesión de California, y el asedio de Veracruz, el Comodoro Matthew Calbraith Perry tomo parte en esta guerra con la toma de Veracruz y después lanzó una ofensiva exitosa en Tabasco[13]. La Armada de los Estados Unidos envuelta en aquellas victorias empezó jugar un papel importante en la política externa y para poder mantener su influencia la marina fue reformada con nuevos buques de guerra y la incorporación de barcos a vapor de construcción metálica.

      Con una armada mas eficiente el gobierno de los Estados Unidos empezó a hacer sus operaciones en el lejano oriente. En 1844 el gobierno envió su primer embajador a China, Caleb Cushing, para encargarse de los arreglos para el establecimiento de un tratado sino-norteamericano, en ese tratado los estados unidos gozarían de privilegios similares a otras naciones europeas que mantenían presencia en China, como puertos donde ejercer su “zona de influencia” incluso de la extraterritorialidad que poseían otras potencias, este derecho evitaba que sus ciudadanos fueran juzgados de acuerdo a las leyes chinas en caso de cometer un delito, el juicio debía ser llevado por compatriotas o ser repatriado[14], estos serian tratados desiguales que el gobierno Chino aceptaría por el debilitamiento de su país militarmente y económicamente además de la decadencia de la dinastía Chin que cada era menos aceptada. El tratado con la dinastía Chin seria uno de los antecedentes que generaría desconfianza en el gobierno japonés ante la apertura comercial.

      El creciente comercio entre los Estados Unidos y China en la larga ruta Cantón-Seattle y Cantó-San francisco[15], la presencia de los balleneros estadounidenses en aguas costeras de Japón, y la creciente monopolización de potenciales estaciones carboneras por los británicos y franceses en Asia eran factores que contribuyeron a la necesidad de los EUA de tener un tratado comercial con Japón. Los estadounidenses también fueron impulsados ​​por los conceptos de Destino Manifiesto y el deseo de imponer los beneficios de la civilización occidental en las naciones asiáticas "atrasadas". Bajo el punto de vista japonés, el aumento de los contactos con los buques de guerra extranjeros y la creciente disparidad entre la tecnología militar occidental y los ejércitos de la era Edo de Japón había creado un situación de creciente preocupación. Los japoneses se habían estado manteniendo al tanto de los acontecimientos mundiales a través de la información obtenida de los comerciantes holandeses en Dejima y en 1853 fueron advertido por los holandeses del viaje de un convoy estadounidense hacia las costas de Japón esta sería la flota del Comodoro Matthew C. Perry.

      En este punto cabe profundizar en el caso asiático y las razones del Bakufu por su aislamiento, como por ejemplo aclarar que contrario a lo que se cree Japón no estuvo totalmente cerrado al extranjero, este mantuvo los contactos que tuvo desde hace siglos con China, Manchuria y Corea (Reino de Chosen), además de mantener la isla artificial de Dejima para el comercio con los Países Bajos que solo buscaban comerciar y no predicar[16], esto con el objetivo de mantener su comercio y seguir al tanto de las noticias internacionales además de obtener tecnología de los extranjeros. La política del Sakoku fue una medida por parte de Japón ante las agresiones imperialistas de las potencias ibéricas, Portugal y España, que durante los siglos XVI y XVII mantuvieron una política imperialista con una aspiración de dominio directo como fue Macao en 1557 por parte Portugal y las Filipinas en 1564 en nombre de España, además de ver la religión que traían (catolicismo) como una amenaza, para esta época en lo que hoy es Japón se existían varios estados en pugna “los estados guerreros” y la intromisión de o intervención amenazaba los intereses de su unificación, y posteriormente con el gobierno de los Tokugawa la unidad.

      El periodo en que las potencias ibéricas eran las que mantenían el comercio con Japón y mantuvo una actividad misionera se conoció en la historiografía como “El siglo de oro ibérico”, durante este tiempo fue que se alzó el bakufu (o shogunato) en el que la autoridad reposaba en los señores guerreros los daymios con cabeza en el Shogun y la figura del Tenno (o Emperador) la situación de los misioneros y los Daimyo conversos eran para el bakufu una situación cada vez mas preocupante, culminando en 1587 cuando se dictó el primer edicto de persecución contra los cristianos a instancia del bonzo Nichijoshonin, En 1597 el Taikō Toyotomi Hideyoshi condenó a muerte a veintiséis cristianos que fueron crucificados. Mientras estuvo este sentimiento anti-cristiano sucedió la Batalla de Sekigahara en 1600, después de ella la autoridad central cayó a Tokugawa Leyasu que dirigió desde Edo (Tokio), en ese momento la autoridad de facto recayó en el Shogun. Poco antes de el ascenso de Tokugawa y hasta 1614 los casos de martirio fueron más escasos, 70 en total, luego en 1622 se produjo otro martirio de cristianos conocido como el Gran Martirio de Nagasaki.[17] En producto del rechazo al catolicismo y de la posible amenaza que suponia en 1622 el Shogun decidió expulsar a los jesuitas.

      A pesar del establecimiento del shogunato, el Emperador en Kyoto seguía siendo el gobernante legítimo de Japón, pero a pesar de tener el título, la política la manejaban los shogunes de la familia Tokugawa.[18] La ​​administración de Japón fue una tarea dada por la Corte Imperial de Kyoto de la familia Tokugawa. El gobierno de los Tokugawa tenía una estratificación estamental estricta donde en la cima se encontraban el shogun y el Emperador que servía más como un legitimador de su poder que un líder de estado, por debajo de ellos estaban los daymios, casta militar que se convirtió en una más de ornato bajo el dominio del bakufu de Tokugawa, los samuráis sufrieron del mismo problema aunque mantenían su prestigio, los campesinos, artesanos y comerciantes, estaban en el estamento más bajo y no tenían posibilidad de ascender en esta nueva política. La situación precaria del pueblo durante el dominio de los Tokugawa aunado a las persecuciones de cristianos culminaron en un levantamiento campesino en 1637, uno de los líderes fue el adolescente cristiano Amakusa Shirō. Cerca de 37.000 rebeldes fueron muertos durante los combates, la mayoría de ellos cristianos, dos años después de la revuelta se dio el edicto del Sakoku donde nadie, fuera extranjero o japonés, podía entrar al país, o salir de él, bajo pena de muerte, además de expulsar a todo europeo y cristiano de su territorio con la excepción de ciertas zonas destinadas para el comercio donde podían venir los holandeses.

      Las incursiones los ibéricas que provocaron fueron importantes por ser una de las razones del la política de protección y aislamiento japonés, ya que a pesar de ser poco influyentes en ese momento sus políticas imperiales se convertían en una verdadera amenaza durante un periodo tan inestable como fue el de los estados combatientes, sobretodo por sus pretensiones de extender su influencia representadas en la conquista de Filipinas, además otro aspecto que hace importantes la presencia ibérica en Asia es que fue el inicio del colonialismo europeo y el imperialismo.

       La presencia europea en el este de Asia no fue determinante ni fue una amenazas para la mayoría de los estados que se habían consolidado en Asia. Los territorios bajo dominio europeo eran pocos -en extensión y número- y los mercados que estaban manejando todavía eran bastante pequeños en comparación con los mercados y la producción de China, los estados hinduistas e islámicos.[19] Incluso militarmente si los europeos poseían armas más avanzadas estas no eran determinantes en la batalla siendo avasallados constantemente en número y sin contar con muchos aliados[20], esta situación cambiaria con la revolución industrial, Inglaterra, Francia y Holanda con su temprano despertar industrial, empezarían con una producción económica y bélica mucho mas pujante, siendo en ese momento una verdadera amenaza los estados presentes en Asia[21].

      Con el gran cambio en la situación internacional las potencias europeas poco a poco fueron tomando dominios y muchas veces indirectos de territorios en Oriente, un ejemplo de esto fue el dominio del imperio mogol y la unificación de la India en un lapso aproximado de 50 años por parte de Inglaterra[22]. El reparto de territorios y zonas de influencia que se hizo en Asia tomó elementos muy similares en incluso casi una replica a el reparto de África. La confianza en la tecnología militar europea ya no se uso para apropiarse de territorios sino para imponer condiciones, en lugar de tener los territorios tendrían inversiones, intereses económicos.

      China fue repartida después de las guerras del opio, Holanda que había derrotado a Portugal no se interesó en el dominio los archipiélagos sino que ejerció un dominio indirecto, los franceses se aventuraron a tomar territorio continental, la indochina francesa. El gobierno japonés estuvo al tanto de todas estas situaciones, temiendo que llegase su turno para sufrir de situaciones similares. 

      Si bien estados Unidos pregonaba no tener un intenciones imperiales como la que realzaban los europeos su discurso del destino manifiesto empezaría a tomar tintes imperialistas, ejemplo de ello fue el tratado de Guadalupe-Hidalgo resultado de la guerra con México donde tratado desigual donde no hay correlación en la indemnización por la guerra y existir un desequilibrio entre los firmantes, posteriormente se firmo otro tratado desigual entre los firmantes fue el que firmó Caleb Cushing en China El tratado de Wang-Hiya donde se dio el goce de extraterritorialidad y una esfera de influencia a los mercantes estadounidenses.

      El primer intento por lograr una apertura con Japón fue con el Presidente Andrew Jackson que en 1837 trató de pedir al gobierno nipón con sede en Edo de permitir el anclaje de barcos mercantes y balleneros estadounidenses. La petición de Jackson al Shogún fue denegada así como mas demás provenientes de Rusia e Inglaterra, esa fue la visita barco Morrison. En 1845 se hizo otro intento en la presidencia de James Polk quien mandó al comodoro James Biddle pero él no pudo siquiera negociar su desembarco, se le prohibió estar en el puerto de Uraga en la entrada de la bahía de Edo[23], con aquel fracaso diplomático el gobierno de los EUA empezó a considerar usar el poder militar de la marina para lograr un acuerdo comercial.

      En 1852 el Comodoro Matthew Calbraith Perry reformador de la marina y antiguo comandante del Golfo de México durante la guerra con México fue asignado a una misión por el presidente estadounidense Millard Fillmore, la misión era forzar la apertura de los puertos japoneses al comercio americano, a través del uso de la diplomacia de cañón si era necesario[24]. El creciente comercio entre Estados Unidos y China, además de la presencia de los balleneros estadounidenses en aguas de la costa de Japón, además de la creciente monopolización de las estaciones carboneras por los británicos y franceses en Asia fueron los factores que contribuyeron en la necesidad de hacer la misión diplomática. Los estadounidenses también fueron impulsados ​​por los conceptos de destino manifiesto y el deseo de imponer los beneficios de la civilización occidental en lo que ellos perciben como las naciones asiáticas "atrasadas", continuar con su misión de regenerar a los pueblos pero ahora a un nivel de alcance mundial. El bakufu fue advertido por los holandeses del viaje de Perry[25], pero no estaban dispuestos a cambiar su política de aislamiento que ya llevaba 220 años de edad. Aun así hubo un considerable debate interno en Japón sobre la mejor manera de satisfacer esta potencial amenaza para Japón económica y política para su soberanía.

      El objetivo principal de la expedición que comandó el comodoro Mathew Perry era la apertura de puertos de reabastecimiento y la asistencia para náufragos de origen americano[26], la flota a su cargo que constaba de cuatro buques de guerra artillados y más de mil hombres zarpó de Norfolk Virginia a Japón el 24 de noviembre de 1852 usando la fragata Mississippi como nave insignia, el 17 de mayo de 1853 llegaron a las islas Ryukyu sin saber que estas islas estaban bajo el dominio de Satsuma, demandando una audiencia con el gobernante local para asegurar la apertura del comercio generando gran consternación, finalmente la flota llegó a Uraga el 8 de julio de 1853.

      Perry estaba informado de lo que podría encontrar por un estudio cuidadoso de los contactos anteriores de Japón con barcos occidentales y lo que sabía acerca de la cultura jerárquica japonesa. A su llegada, se ordenó a los barcos a vapor girar sus cañones hacia el pueblo de Uraga. Perry se negó demandas japonesas para salir, o para proceder a Nagasaki, el único puerto japonés abierto a los extranjeros[27].

      La flota presentó una bandera blanca y una carta en la que se estipulaba que en caso de que eligieran luchar, los americanos no dudarían en atacar. También hicieron disparos en al aire de sus 73 cañones, que justificaron ser su forma de celebrar del Día de la Independencia de Estados Unidos. Las naves de Perry que hicieron la demostración de poder estaban equipados con cañones Paixhan, cañones capaces de causar una gran destrucción explosiva.[28] También se ordenó a sus barcos de la nave para iniciar las operaciones de levantamiento de la línea de costa y las aguas circundantes a pesar de las objeciones de los gobernantes locales.

      Mientras tanto, el gobierno japonés estaba paralizado debido a la incapacidad por enfermedad del Shogun Tokugawa Leyoshi y por la indecisión política sobre cómo manejar la amenaza a la capital del país. El 11 de julio, El entonces presidente de los concejales mayores (rōjū), Abe Masahiro (1819–1857) fue designado como el responsable de tratar con los estadounidenses[29], él decidió que la simple aceptación de una carta de los estadounidenses no constituiría una violación de la soberanía japonesa. La decisión fue transmitida a Uraga, y se le pidió Perry para mover su flota ligeramente al suroeste de la playa Kurihama (en la actual Yokosuka), donde se le permitió pisar tierra el 14 de julio de 1853. Establecer la comunicación fue difícil, el ingles tuvo que ser traducido al holandés, entonces al japonés, para lo japoneses fue de otra forma lo documentos de los estadounidenses estaban escritos en ingles, holandés y chino y estos fueron más fáciles de traducir[30]. Después de la presentación de la carta de Filmore, Perry salió para Hong Kong, prometiendo volver al año siguiente por la respuesta japonesa, su estancia en ese momento fue de menos de diez dias.

      La carta del presidente Fillmore creó gran controversia dentro de los niveles más altos del Shogunato, el Shogun mismo, Tokugawa Leyoshi murió días después de la salida de Perry y lo sucedió su enfermizo hijo, Tokugawa Iesada, dejando administración en manos del Consejo de los mayores dirigido por Abe Masahiro. Abe pensó que era imposible para Japón resistir al ejercito norteamericano si se entraba en una guerra abierta con ellos, la ominosa carta de Filmore tenia escrito que en cuestión de dieciocho días podían llegar barcos a vapor[31] como los que vieron entre la flota de Perry, sin embargo el consejo se mostró reacio a tomar cualquier acción en su propia autoridad para tal situación. Se tuvo que encuestar a todos los daimyo para sus opiniones. esta fue la primera vez que el Bakufu había permitido la toma de decisiones a ser una cuestión de debate público -solo los estratos altos-, consecuencia de que el shogunato estaba tan débil e indeciso[32]. los resultados de la encuesta no proporcionaron a Abe una respuesta, de los 61 encuestados, 19 fueron a favor de la aceptación de las demandas y 19 fueron opuestas. de las restante, 14 dio una respuesta vaga expresando su preocupación de la posible guerra, 7 con la sugerencia de concesiones temporales y dos aconsejaron que simplemente obedecerían a la decisión del consejo[33].

      Perry volvió de nuevo el 13 de febrero de 1854 con una mayor fuerza en su armada contando ahora con ocho buques de guerra e hizo evidente que él no se iría hasta que un tratado fuese firmado. El 8 de marzo Perry avanzó a Edo con 500 marinos, que incluía su banda de guerra, todos ellos estaban uniformados y armados. Perry fue recibido por cinco comisionados, el Consejero Hayashi Noburo abrió las negociaciones presentando una respuesta escrita a la carta del Presidente Filmore. En ella se mencionaba la muerte de del Shogun y se disculpaba por no estar en posición de poder cambiar las leyes que tenían.

Boceto del puerto de simoda, Sketch of Simoda from the Treaty of Kanagawa,
 1854 
Record Group 11 
General Records of the United States Government.

      Tomó cerca de dos semanas para resolver los desacuerdos pero se aceptó todo lo que se pedía en carta de Filmore[34], fue entonces que Perry presionó por más hasta llegar a tener un acuerdo similar al que se tenia con China, esto hizo que los firmantes se abstuvieran de firmar hasta el 31 de marzo pero el consejo japonés cedió a prácticamente todas las demandas de los Estadounidenses, con excepción de un acuerdo comercial, siguiendo el modelo anterior del tratado Wang-Hiya. Perry acordó aplazar a un momento posterior el acuerdo comercal. Las principales controversias estuvieron centradas en la selección de los puertos a abrir, rechazando usar el puerto de Nagasaki. El tratado se firmó en Kanagawa, adyacente a lo que seria en un futuro la ciudad de Yokohama el tratado contó con doce artículos:

   I. Paz mutua entre los Estados Unidos y el Imperio del Japón

   II. Apertura de los puertos de Shimoda y Hakodate

   III. Asistencia a los náufragos marineros estadounidenses

   IV. Los marineros náufragos no deben ser encarcelados o maltratados

   V. Libre circulación de los residentes temporales extranjeros en puertos del     tratado

   VI. Permiso para hacer transacciones comerciales

   VII. Cambio de divisas para facilitar las transacciones comerciales

  VIII. Aprovisionamiento de buques estadounidenses como monopolio del             gobierno japonés

   IX. Japón también a dar a Estados Unidos las mismas ventajas favorables           que podrían ser negociados por Japón con cualquier otro  gobierno                extranjero en el futuro

    X. Prohíbe a los Estados Unidos el uso de cualquier otro puerto aparte de          Shimoda y  Hakodate.

    XI. Apertura de un consulado estadounidense en Shimoda

    XII. Ratificación del tratado dentro de los 18 meses despues de la firma

      Abe no firmó el tratado por sí mismo o participó en las negociaciones en persona, quien fue realizó la negociación fue su plenipotenciario Hayashi Akira.

Versión en ingles del tratado Treaty of Kanagawa, in English
March 31, 1854
Record Group 11
General Records of the United States Government

      Con el tratado de Kanagawa firmado los Estados Unidos empezaron a ejercer una gran influencia en la forma de occidentalización que tomó Japón, posterior a esto tratados similares por otras potencias empezaron a crearse con Rusia, Países Bajos, y Gran Bretaña. Pero la situación de Japón no entro en una de dominio indirecto por las potencias occidentales, esto puede deberse a que en Europa se estaba llevando a cabo la Guerra de Crimea y en los Estados Unidos la Guerra Civil, desviando la atención de aquellos países involucrados y debilitando y aminorando la influencia ejercida. Los habitantes del Imperio Japonés después de la firma del tratado empezaron a desarrollar políticas más cálidas en cuanto al acercamiento a los occidentales[35], enviaron estudiantes al extranjero para estudiar en diferentes campos científicos y escuelas navales occidentales (lo que comenzó una tradición de futuros líderes educados en el extranjero, tales como el Almirante Enomoto), se contrataron a ingenieros navales como el francés Léonce Verny para construir arsenales como el de Yokosuka y Nagasaki.

      Sin embargo estas políticas finalmente dañaron al bakufu y este daño fue significativo. El debate sobre políticas de gobierno era inusual dada la forma centralista en que gobernaban los Tokugawa y había generado críticas públicas. En la llamada "Reforma Ansei" (1854–1856), Abe Masahiro trató de fortalecer al régimen, comprando barcos de guerra y armamento a Holanda, y construyendo nuevas defensas portuarias. En 1855, con asistencia de Holanda, el Shogun adquirió su primer barco de guerra a vapor, el Kankō Maru y en 1857 el primer barco de guerra a vapor propulsado a hélice, el Kanrin Maru. Al comprar estos barcos también se crearon academias de instrucción naval de estilo occidental.

      El daño no terminaba con las polémicas sobre la forma de gobierno, la apertura forzada de Japón al comercio occidental, trajo consigo una inmensa inestabilidad económica, empresarios prosperaron, pero también muchos más quebraban. Desempleo y roce, así como también inflación, fueron algunas de las consecuencias. Durante los últimos años del bakufu, se tomaron fuertes medidas para tratar de reafirmar su dominio, aunque su implicación con la occidentalización y el trató con las naciones extranjeras terminaron haciéndolo un blanco del sentimiento anti-occidental que recorría el país, especialmente entre varios daymios, que poseían un sentimiento antioccidental proveniente del largo tiempo de aislamiento.

      El sentimiento anti-extranjero derivó en revueltas en contra del bakufu, se hicieron asesinatos de extranjeros. La oposición beligerante a los occidentales pronto se convirtió en un conflicto abierto cuando el Emperador Kōmei, rompiendo con siglos de tradición imperial y desafió al Shogún, el 11 de abril de 1863 publicó, una "Orden para expulsar a los bárbaros", esto provocó varias intervenciones extranjeras, estadounidenses, británicos, holandeses y franceses desembarcaron tropas y bombardearon puertos como Satsuma, tras estas intervenciones se dejo de luchar contra los occidentales prefiriendo la adaptación de la cultura a la confrontación, aunque no sin generar disgusto y visiones negativas del camino de toda esa occidentalización, un ejemplo de la visión pesimista de este puede ser apreciada en la obra cómica del poeta y literato Natsune Sôseki[36].

      Tras la guerra Boshin (1868–1869), el bakufu fue abolido, y Yoshinobu Shogún del momento fue degradado al rango de un daimio común. Aunque la resistencia continuó en el norte durante el año 1868 y las fuerzas navales del bakufu bajo el mando del almirante Enomoto Takeaki continuaron sosteniéndose por otros seis meses en Hokkaidō, donde fundaron la breve República de Ezo, pero esto terminaría con la batalla de Hakodate, después de casi un mes de lucha.

Conclusiones

      La apertura de Japón a los Estados Unidos si bien empezó como la búsqueda de nuevos mercados que explotar, también estuvo cargado de un aire que llevaba la idea del destino manifiesto los estados del noreste creían mayoritariamente que Estados Unidos debía llevar su concepto de “civilización” por todo el continente americano mediante expansión territorial. Además, para fortalecer los intereses comerciales estadounidenses, con el fin de la frontera el oriente se volvía el nuevo lugar donde esparcir su influencia. La expansión de su influencia en ultramar permitía lucrativos accesos a los mercados extranjeros y permitía así competir en mejores condiciones con los británicos. El poseer puertos en el Pacífico facilitaría el comercio en Asia. La posibilidad de aprovechar los puertos estratégicos que ofrecían el archipiélago japonés permitía tener un punto de abastecimiento y descanso además de ser otro punto donde comerciar, sin embargo, se empezó a tener pretensiones imperialistas semejantes a las potencias coloniales europeas ejemplo de ello fue el tratado de Wang-Hiya. El uso de la fuerza militar para abrir el comercio fue una demostración del imperialismo estadounidense. En cuento al uso de la fuerza cabe destacar que la armada que trajo consigo el Comodoro Mathew C. Perry era de temer esta no iba a ser suficiente como para subyugar a al Imperio Japonés, lo que temieron con la demostración de poder naval de esa flota fue la posibilidad de una guerra abierta con los Estados Unidos, que en cuestión de poco tiempo podían traer más refuerzos además de una acción conjunta de otros países en pos de tomar una tajada de esa guerra, este tratado finalmente fue lo que el gobierno de los Estados Unidos quería y fue el precedente para el Tratado de Harris en el cual se firmaron acuerdos comerciales y de extraterritorialidad para los ciudadanos americanos.

      La amenaza que representó para los intereses del imperio japonés se presentó en una posible intervención extranjera y que llevase al derrocamiento de su gobierno, estas amenazas finalmente se cumplieron pero no serian los extranjeros los que derrocarían al bakufu y sino os propios señores que se resistieron a la apertura, resultado de esto se dio la revolución Meiji, sin embargo el gobierno que se estableció luego de derrocar al bakufu fue uno que tomó varios aspectos de las potencias que intentaron expulsar, aprendió de aquellos que consideraba enemigos y se convirtió en una potencia imperialista en el Oriente y la primera que derrotaría a una potencia colonial en una guerra moderna.


Referencias

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[1] Cfr. Frederick Jackson Turner, “El significado de la frontera en la historia americana”, Secuencia, núm.  7 abril, 1987, p. 187
[2] Cfr. Pierre Renouvin, Historia de las relaciones internacionales: siglos XIX y XX, traducción Justo Fernández Bújan et all,  Akal ediciones, Madrid, 1998,  p 189-190
[3] Cfr. David K. Yoo, Eiichiro Azuma, The Oxford Handbook of Asian American History, p. 38
[4] Cfr. Niall Ferguson, Coloso: Auge y decadencia del imperio norteamericano, “En el umbral del imperialismo norteamericano  (1944-1897)”, Madrid, Debate, 2005, 98
[5] Ibid p. 98
[6] José Moya, Una empresa llamada Estados Unidos, Madrid, Ediciones de la Torre,1994, p. 373
[7] Ibid 99
[8] Thomas Hietala. Manifest Destiny: Anxious Aggrandizement in Late Jacksonian America, Nueva York Cornell University press, 1985, p 123.
[9] William Paul Adams, Los Estados Unidos de America, “La revolución industrial en los Estados Unidos”, Madrid, Siglo XXI, 1986
[10] James S. Robbins, “How Capitalism Saved the Whales”,
[11] Hoy museo y la nave más antigua en seguir a flote.
[12] Robert W. Jr Love, History of the U.S. Navy Volume One: 1775-1941, United Kingdom, Harrisburg Stackpole Books, 1992, 137 p.
[13] David G. Wittner, Commodore Matthew Perry and the Perry Expedition to Japan, Nueva York, 2005, PowerPlus Books, p. 101
[14] José Moya, op. cit., p. 374
[15] Ibid, p. 374
[16] L.M. Cullem, A History of Japan, 1582-194, “Japan and its chinese and Europeas worlds”, CambridgeCambridge University Press, 2003 p. 39
[17]Bertrand Arthur Henry Wilberforce, Dominican Missions and Martyrs in Japan, Art and Book Company, 1897 p. 48
[18] L. M. Cullen, op. cit., p. 115
[19] K.M. Panikkar, Asia y la dominación occidental. Un examen de la historia de Asia desde la  llegada de Vasco de Gama (1498-1945), Trad. Néstor A. Míguez, Editorial Universitaria de   Buenos Aires, Buenos Aires, 1966, p. 85
[20] Ibid p. 87
[21] Ibid p. 88
[22] Ibid p. 85
[23] José Moya, op. cit., p. 375
[24] John Whitney Hall, Japan, from prehistory to modern times, New York, Delacorte Press, 1970, p.207.
[25] L. M. Cullen, op. cit., p. 175
[26] José Moya, op. cit., p. 375
[27] John H. Schroeder. Matthew Calbraith Perry: antebellum sailor and diplomatic. p. 286
[28] Walter Mills, Arms and Men: A Study in American Military History, “The industrial revolution”, Nueva Jersey, Rutgers University Press, 1986, p. 88
[29] L. M. Cullen, op. cit., p. 115
[30] David G. Wittner, op. Cit. p. 91
[31] Millard Filmore y Mathew Calbrath Perry, Letters from  U.S. President  Millard Fillmore and  U.S. Navy Commodore  Mattew  C.  Perry to the Empereor  of Japan (1852-1853), Primary Source Documents with Questions, Asia for Educators l Columbia University l, pp. 6, consultado en http://afe.easia.columbia.edu
[32] John Whitney Hall, op. cit., p.211.
[33] W. G. Beasley, The Meiji Restoration,”Dangers from abroad”, Stanford,  Stanford University Press, 2000, p.93
[34] David G. Wittner, op. cit., p.91
[35]Ibid  91
[36] Sandra Morales Muñoz, Kôten: lecturas cruzadas Japón-América Latina, Bogota, Universidad del Rosario/ pontificia Unversidad Javeriana, 2005, p. 157.

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